miércoles, 23 de febrero de 2011

El Purgatorio (III)

El Purgatorio, cuyo origen hemos rastreado anteriormente, no parece estar localizado en un lugar concreto aunque sí ha sido visitado debe tener una "puerta" para acceder al mismo. Pues bien, vamos a centramos en la leyenda del "Purgatorio de San Patricio", de donde obtendremos un hecho coincidente con la novela "La ciudad del Gran Rey" de Óscar Esquivias. Extraeré esta información del artículo "DESMITIFICACIÓN DE LA LEYENDA DEL PURGATORIO DE SAN PATRICIO: el manuscrito 18723.21 de la Biblioteca Nacional de Madrid" escrito por María Mercedes Rodríguez Temperley, nvestigadora argentina Adjunta del SECRIT.

Empecemos con la leyenda: San Patricio, en su intento por convertir a los incrédulos irlandeses, pide a Dios una prueba de la existencia de los lugares de premio y castigo eternos. Jesucristo le muestra la entrada a una cueva (que la tradición ubica en la Station Island del Lough Derg o Lago Rojo, al norte de Irlanda) en donde se podían observar los sufrimientos de los pecadores y la dicha de los justos en su paso al más allá. El santo construye allí un monasterio y manda cerrar la puerta de acceso a la cueva, con la orden de no permitir su entrada más que a aquellos que lo desearan fervientemente, y no sin antes someterlos a una serie de pruebas para tratar de disuadirlos.

En el siglo XII, el monje irlandés H.  de Saltrey recoge la leyenda por escrito en su Tractatus de Purgatorio Sancti Patricii, y la amplía con el relato del caballero Owein, quien en tiempos del rey Esteban de Inglaterra, quizá hacia 1147, penetra en la cueva y a su regreso narra las penurias del Infierno y las delicias del Paraíso. Posteriormente, la leyenda primitiva se transforma y aparecen nuevas versiones o traducciones, en las que distintos personajes  buscan constatar la existencia de dicho Purgatorio o esconden intereses políticos, tal es el caso del vizconde de Ramón de Perellós, que viaja al Purgatorio para entrevistarse con el alma del rey Juan I de Aragón, muerto sin confesión en una cacería, alejando así cualquier sospecha de su participación como instigador en dicha muerte. La versión catalana del Viatge al Purgatori de Ramón de Perellós (1397) es traducida al castellano y al latín, y sirve de fuente a escritores de los siglos siguientes, ¿habrá leído Óscar Esquivias esta obra?. El hecho es que tenemos una coincidencia con "La ciudad del Gran Rey": el soldado que viaja al Purgatorio para entrevistarse con un jefe militar.

En el siglo XVI, con la Reforma y la Contrarreforma surge la imposibilidad de la existencia de un purgatorio en vida según el dogma de la Iglesia. El Papa Alejandro VI decreta la destrucción del santuario en 1497 y en 1524 la Iglesia excluye la leyenda del Oficio de San Patricio, inserto en el Misal Romano. A pesar de ello, la fama del lugar sigue atrayendo la curiosidad de los pecadores, que acuden a él en peregrinación. Así, mientras desde la esfera oficial se prohíbe y censura la leyenda desde los testimonios "escritos", la esfera popular, con la persistencia de la difusión oral y los actos de devoción sigue manteniendo viva la leyenda. Posteriormente, ésta es acogida por escritores del Siglo de Oro, como la novela de Juan Pérez de Montalbán Vida y purgatorio de San Patricio compuesta en 1627 o las comedias de Lope de Vega (El mayor prodigio y el Purgatorio en vida, de 1627) y Calderón de la Barca (El purgatorio de San Patricio, de 1636).

Y llegamos al siglo XXI donde nos encontramos con el Purgatorio de Esquivias, un Purgatorio con dientes y muelas (proserpinas) como moneda de cambio, aparecen intrusos (el detalle del ombligo es genial) pero no se sabe como llegan a la ciudad (¿otras puertas de entrada?), donde la orientación es imposible hasta que alguien les cuenta la norma que rige en ese mundo (para ir a un lugar hay que pensar en él y seguir tu sombra) y aparecen personajes estrambóticos (monjes voladores, los hermanos polillas, con un peculiar saludo o estatuas que bajan de su pedestal a comer, entre otros muchos) o donde existen las tele(nunca mejor dicho)comunicaciones entre el más allá y el más acá (el caso de la paloma mensajera o la conferencia telefónica). 

Esquivias nos relata un Purgatorio delirante en el que algunos expedicionarios se abandonan y mueren, de otros se apodera la locura que llevan dentro y acaban tan muertos como aquellos a los que han matado por ¿falta de patriotismo?, mientras otros toman la decisión de quedarse, y unos pocos consiguen volver o eso es lo que parece porque el segundo volumen de la trilogía termina en ese punto y todavía no he leído su continuación: "Viene la noche". Sí "Inquietud en el Paraíso" es una novela histórica con una pequeña dosis de ficción, en "La ciudad del Gran Rey" es una novela de fantasía con pequeñas dosis de realismo ofrecidas por los párrafos insertados en la trama general.

Como colofón de las 3 entradas sobre el Purgatorio dejo este video donde se resume la Divina Comedia de Dante Alighieri en poco más de 10 minutos.


Este comentario pertenece al club de lectura sobre la trilogía basada en la Guerra Civil de Oscar Esquivias que dirige desde La AcequiaPedro Ojeda Escudero.

8 comentarios:

  1. Pues vuelvo a insistir en lo mismo que dije en la entrada anterior... Si uno se encierra en una cueva es normal que alucine y vea demonios y prugatorios y lo que sea.

    Tal vez sea mi falta de fe la que me lleva a pensar así pero me resulta difícil pensar en que algo del Purgatorio sea real.

    Has hecho un buen trabajo histórico.

    biquiños,
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  2. Enorme trabajo y magníficas aportaciones al club de lectura, amigo.
    Un abrazo

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  3. Bueno, sabeis que no he podido engancharme en esta lectura de Esquivias, de modo que solo me paso para saludaros y mandaros...¡un fuerte abrazo!

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  4. Muy ilustrativo para mi todo lo que has escrito en esta entrada. NO conocía el Purgatorio de San Patricio.

    Un abrazo

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  5. Muy curiosa toda esta similitud entre la leyenda y la novela de Esquivias. Yo tampoco había nunca oído hablar del Purgatorio de San Patricio.

    Muy buen trabajo, y bien documentado.

    Un abrazo

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  6. Querido amigo: Vuelvo, tras los asuntos que me han tenido apartado de los blogs, y puedo disfrutar ahora de esta entrada tuya, tan certera, tan ilusminadora y tan útil. Sería útil plantearle a Óscar Esquivias su conocimiento de esta versión del Purgatorio.

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  7. No me extrañaría nada que Esquivias hubiera leído lo de San Patricio porque es asombroso lo "puesto" que está en temas religiosos. Si fuera más viejo, pensaría que pasó por un seminario mayor o menor. Pero no, porque cuando Esquivias era chaval ya no se iba al seminario para poder estudiar. Es de la época de la EGB...

    Me lo imagino charlando horas y horas con algún cura amigo.

    En cuanto a ti, casi diría lo mismo que del escritor...hay que ver lo que sabes de estos temas.

    ´Estupenda tu entrada.

    Un abrazo

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  8. ¿Donde esta tu verdadera amistad en los momentos de mala suerte de los demas? ¿O crees que la frase solo vale para ti?

    Hay que estar ciego o ser muy prepotente para utilizar esa frase hecha como subtitulo del blog.

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