lunes, 25 de julio de 2011

Leyendas (I)

Tras las rimas les ha llegado el turno a las Leyendas que Bécquer escribió en una prosa poética y que publicó en periódicos por capítulos. Se me hace difícil pensar en que hubiera hecho en la actualidad, donde la lectura de prensa escrita ha sido sustituida por los telediarios que se dedican a leernos las noticias que aparecen en los diarios. Bécquer quizá hubiese optado por publicar sus escritos en un blog. 

Estoy leyendo las Leyendas incluidas en el libro de Cátedra, edición de Pascual Izquierdo, el cual dispone de mucha información tanto sobre el conjunto como una explicación particularizada de cada una de las 16 leyendas que contiene. De estas hay dos que al leer el índice he recordado que debí leerlas hace muchos años, me refiero al "Monte de las Ánimas" y a "El Miserere".

Antes de entrar a hablar de las Leyendas me voy a permitir aconsejar un documental sobre la vida y obra de Bécquer que he localizado en la biblioteca virtual de Andalucía (Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía): Bécquer desconocido.

LLevo leídas 5 leyendas, la primera "El caudillo de las manos rojas" es un largo poema en prosa, donde Gustavo A. se recrea ambientando las escenas en las que se desarrolla la acción: el crimen cometido por Pulo-Dheli, su arrepentimiento y expiación.

En la segunda, "La cruz del diablo", encontramos una mezcla de terror y religión. A partir de una cruz maldita, Bécquer nos relata por boca del guía de la expedición su leyenda, con una mezcla de medievalismo y de fantasía nos ofrece una primera parte dedicada a la historia del mal caballero a la que continua la segunda con la intervención de las fuerzas sobrenaturales del mal.

La tercera, "La Ajorca de oro", es una corta leyenda toledana de amor, terror y sacrilegio con una clara estructura de la acción: tentación -> pecado -> castigo. La vanidad de una mujer ("Ella era caprichosa, caprichosa y extravagante, como todas las mujeres del mundo") es la causa de la locura de un hombre enamorado ("él supersticioso, supersticioso y valiente, como todos los hombres de su época."). Traspasar cierto límite tiene su castigo.   

La cuarta, "El monte de la Ánimas", una leyenda soriana que repite el esquema de la  Ajorca de oro con la diferencia de que en este caso la inductora también sufre las consecuencias, es castigada con la muerte al igual que el transgresor. 

En esta leyenda podemos ver claramente un prólogo del propio Bécquer: el tañido de unas campanas lo despierta en la noche de Todos los Santos y recuerda una historia soriana que empieza a escribir. Continua con un relato introductor: la historia de la rivalidad entre los templarios y los nobles castellanos. Sigue la fábula novelesca con la estructura ya conocida, el amor de Alonso por Beatriz le hace a él romper con una tradición. El resultado es la muerte de ambos, Alonso muere por exceso de pasión y valentía y Beatriz de terror. Pero no termina aquí la leyenda, esta tiene un epílogo donde se recrea el episodio legendario narrado en el relato introductor con la incorporación de un nuevo elemento "real" en la leyenda: la presencia de Alonso y Beatriz. 

La descripción de como Beatriz se va sugestionando a lo largo de la noche, de como el terror penetra bajo su piel, y como, tras despertar, cuando piensa que ha sido un mal sueño, el terror vuelve pues "sobre el reclinatorio había visto, sangrienta y desgarrada, la banda azul que perdiera en el monte, la banda azul que fue a buscar Alonso." es de una fuerza arrolladora. De las cinco leyendas que he leído hasta ahora, quizá influido por que me recuerda a Poe, esta es mi preferida.

La quinta, "Los ojos verdes" nos cuenta el resultado de una nueva transgresión: en las inmediaciones del Moncayo, la montaña más alta del sistema ibérico, se localiza "la fuente de los Álamos, en cuyas aguas habita un espíritu del mal. El que osa enturbiar su corriente paga caro su atrevimiento." Fernando pese a las advertencias de su montero Íñigo persigue a un ciervo has dicha fuente y allí ve unos ojos verdes de los que queda prendado, vuelve una y otra vez hasta que ve a una mujer que tiene "unos ojos de un color imposible", unos ojos verdes que lo enamoran y que serán su perdición.

Según Pascual Izquierdo "el final de la leyenda posee un modernidad narrativa insuperable". En lo de modernidad narrativa no puedo opinar pero en cuanto a que es insuperable estoy totalmente de acuerdo: 

"Las aguas saltaron en chispas de luz y se cerraron sobre su cuerpo, y sus círculos de plata fueron ensanchándose, ensanchándose, hasta expirar en las orillas." 

Este comentario pertenece al club de lectura sobre las Rimas y Leyendas de Gustavo Adolfo Bécquer que dirige desde La AcequiaPedro Ojeda Escudero.

domingo, 17 de julio de 2011

Rimas





- ¿Bécquer?, me suena, ¿no fue él que escribió

"Con diez cañones por banda,
viento en popa, a toda vela,
no corta el mar, sino vuela,
un velero bergantín." ?

- ¡No!, esa es la Canción del pirata, de Espronceda, nuestro más destacado poeta romántico.

- Vale, ya me acuerdo, Bécquer, al que conocí en los billetes de veinte duros, escribió aquello de: 

"Volverán las oscuras golondrinas
de tu balcón sus nidos a colgar
y otra vez con el ala a sus cristales
jugando llamarán."  

Cuando en La Acequia salió ganadora la opción de las "Rimas y Leyendas" pensé en tomarme un par de meses sabáticos pues la poesía no es lo mío, pero como me llamaba la atención leer las Leyendas me eché la azada al hombro y me fui a por el lote completo.

Tras comprar los dos libros de la editorial Cátedra, colección Letras Hispánicas, empecé con las Rimas, edición de Rafael Montesinos, y como lego en la materia he de decir que me ha resultado un prólogo un tanto pedante, pero como quería entender las Rimas me lo leí enterito.

Mi primera sorpresa fue leer su Introducción sinfónica, el primero de los trabajos becquerianos del Libro de los Gorriones, que comienza de esta guisa:

"Por los tenebrosos rincones de mi cerebro, acurrucados y desnudos, duermen los extravagantes hijos de mi fantasía esperando en silencio que el Arte los vista de la palabra para poderse presentar decentes en la escena del mundo."

Me ha sido imprescindible para comprender lo que sentía Bécquer, de la misma forma que creo que seria muy instructivo leer sus "Cartas literarias a una mujer"; por ejemplo, en la primera explica cual es su sistemática, diferente a la imperante entre los poetas de la primera mitad del siglo XIX:

"Yo no niego nada, pero por lo que a mí toca, puedo asegurarte que cuando siento no escribo. Guardo, sí, en mi cerebro escritas, como en un libro misterioso, las impresiones que ha dejado en él su huella al pasar; estas ligeras y ardientes, hijas de la sensación, duermen allí agrupadas en el fondo de mi memoria, hasta el instante en que, puro, tranquilo, sereno y revestido, por decirlo así, de un poder sobrenatural mi espíritu las evoca y tiende sus alas transparentes que bullen con un zumbido extraño, y cruzan otra vez a mis ojos como en una visión luminosa y magnífica."

Luego me sumergí en las Rimas y encontré algunas que me llegaron más que otras. He aquí los inicios de tales rimas:

Rima III sobre la inspiración, la razón y el genio.

"Sacudimiento extraño
que agita las ideas
como huracán que empuja
las ideas en triple."
…….
…….
"Gigante voz que el caos
ordena en el cerebro
y entre las sombras hace
la luz aparecer,"
…….
…….

Rima XIII

"Tu pupila es azul, y cuando ríes
su claridad suave me recuerda
el trémulo fulgor de la mañana
que en el mar se refleja."
…….
…….

Rima XV, versos 12 al 17.

"En mar sin playas onda sonante,
en el vacío cometa errante,
largo lamento
del ronco viento,
ansia perpetua de algo mejor,
eso soy yo."

Rima LIII, una de las más famosas.

"Volverán las oscuras golondrinas
de tu balcón sus nidos a colgar
y otra vez con el ala a sus cristales
jugando llamarán."
…….
…….

Rima LXI

"Al ver mis horas de fiebre
e insomnio lentas pasar,
a la orilla de mi lecho,
¿quién se sentará?
……..
……..

Rima LXVI

¿De dónde vengo? El más horrible y áspero
de los senderos busca;
……
……
¿A dónde voy? El más sombrío y triste
de los páramos cruza,
……
……

Rima LXXIII, una impresionante y sentida elegía.

"Cerraron sus ojos
que aún tenía abiertos,
taparon su cara
con un blanco lienzo,
y unos sollozando,
otros en silencio, 
de la triste alcoba
todos se salieron.
……
……

Rima LXXV

"¿Será verdad que cuando toca el sueño
con sus dedos de rosa nuestros ojos,
de la cárcel que habita huye el espíritu
en vuelo presuroso?
…….
…….

Rima LXXVI

"En la imponente nave
del templo bizantino
vi la gótica tumba a la indecisa
luz que temblaba en los pintados vidrios."
......
......

Bécquer tuvo una extraordinaria capacidad para la síntesis.

Para finalizar veamos un detalle sobre Gustavo Adolfo Bécquer: su imagen más conocida, la del billete de 100 pts (1965). o la del sello de 2 pts. (1970), se la debemos a un retrato pintado por su hermano Valeriano (aunque la mano del billete no aparece en el cuadro).

Y un par de curiosidades sobre Espronceda y Bécquer: la primera es que ambos vivieron 34 años y la segunda que el primero tuvo como maestro al erudito y poeta sevillano Alberto Lista y Bécquer escribió a los doce años su "Oda a la muerte de Don Alberto Lista", un punto de unión entre ambos.

Este comentario pertenece al club de lectura sobre las Rimas y Leyendas de Gustavo Adolfo Bécquer que dirige desde La AcequiaPedro Ojeda Escudero.

martes, 5 de julio de 2011

Tempus fugit


O en roman paladino: "El tiempo se escapa" o "El tiempo vuela". ¿A cuenta de que viene esto? Pues que soy esclavo de lo que quiero hacer y si el balance entre el tiempo necesario y el disponible no me cuadra (normalmente este último es inferior de lo contrario estaríamos hablando de aburrimiento) me pierdo en ir de un lado a otro sin terminar nada.  
Tras un paréntesis de 2 meses vuelvo a la carga con dos lecturas: la primera es un libro que solo recomiendo a quién le gusten las matemáticas, el resto de los mortales no os acerquéis. Se trata de "La proporción áurea" de Fernando Corbalán, Un libro dedicado al número de oro, a la sucesión de Fibonacci, al rectángulo áureo (las tarjetas de crédito lo son), a las espirales o a como se relaciona el número áureo con la naturaleza puede resultar muy aburrido o muy interesante, dependerá de si aborreces las matemáticas o no.
Sin embargo con la segunda lectura creo no equivocarme si la recomiendo encarecidamente: "El camino" de Miguel Delibes. Leer un libro donde previamente disponemos de una introducción a la obra, una semblanza del autor y, por si fuera poco, se desmenuza la novela, es una gozada pues al leerla la disfrutas mucho más. El inconveniente es que luego cualquier cosa que se te puede ocurrir sobre la obra o el autor ya lo has leído y de tu cosecha poco puedes aportar, salvo quizá las sensaciones que te ha transmitido y en este caso Miguel Delibes ha conseguido que me pusiera en la piel de Daniel el Mochuelo y viera con sus ojos la vida de un valle, una vida rural con las historias de sus vecinos, contrapuesta a la vida de ciudad, el progreso que tanto desea su padre.
Pancho, un miembro del grupo de lectura de "La Acequia" conoce muy bien a Miguel Delibes, tanto es así que en su blog "Un cuento que no es cuento" ha desgranado capítulo a capítulo el libro "El hereje" de Miguel Delibes ofreciendo una oportunidad le lectura comentada si lees sus entradas a la par que el libro.