Fases Lunares para el mes de Agosto del año 1936 |
Al final de "Inquietud en el Paraiso" leemos como en la noche del 10 de Agosto, "San Lorenzo", con una luna en cuarto menguante, el general Cabanellas y el general Dávila se encuentran fumando en un balcón de capitanía cuando ven caer unas estrellas fugaces.
Asombrado me tiene Óscar Esquivias tras comprobar como ha tenido presente un par de detalles astronómicos: el primero es que esa noche la luna estaba en la fase de cuarto menguante y el segundo que no solo conoce la lluvia de estrellas de las "Perseidas", también conocida como "Lágrimas de San Lorenzo", sino que fue posible verlas esa noche.
Cabe la posibilidad de que el autor escogiera precisamente esa noche para entrar al Purgatorio por el simbolismo de la lluvia de estrellas: "En aquel preciso momento, dos docenas de desgraciados estarían en el páramo, entre carrascas, quizá viendo las estrellas fugaces y pronunciando un deseo: que no me maten, que me dejen vivir".
Esta lluvia de meteoros tiene su máximo en las noches del 12 y 13 de agosto aunque pueden observarse entre el 23 de julio y 20 de agosto, precisándose una noche de luna nueva, o al menos de cuarto menguante para que no moleste la luna en el cielo estrellado a medianoche, que es cuando se produce la conversación entre los generales.
En cuanto al balcón debía estar orientado hacia el noreste, en dirección a la constelación de Perseo, para poder observar como se volatilizan en la atmósfera estos meteoritos a cuyo encuentro llega nuestro planeta puntualmente cada año en la onomástica de San Lorenzo, cuando la Tierra pasa por una zona de su órbita cubierta de los restos del cometa Swift-Tuttle.
San Lorenzo es el patrón de bastantes pueblos. Se dice que el día diez de Agosto es el más caluroso del año, seguramente tenga que ver con que al santo lo tostaron en
ResponderEliminaruna parrilla de esas de vuelta y vuelta, según cuenta la leyenda.
Tu entrada es una muestra más de que Esquivias se documenta a fondo cuando se pone a escribir.
Demuestras gran conocimiento de astronomía, yo no tengo ni idea. Interesante aportación.
Un abrazo
Demasiadas lágrimas aquellos días. Documetnada entrada, como siempre.
ResponderEliminarUuna entrada estupenda, no me había quedado yo con ese detalle.
ResponderEliminarSí que conozco las Perseidas o lágrimas de San Lorenzo y en una ocasión, no hace muchos años, me fui con mi hija y sus amigos a verlas a la playa por la noche. Fue estupendo aunque no vimos muchas.
En este caso de la novela creo que Óscar no deja nada al azar. Cuanto más leo su narrativa más me convenzo de ello
biquiños,
Aldabra
Pues sí que llama la atención que Esquivias haya tenido en cuenta todas esas circunstancias.
ResponderEliminarTodo un espectáculo ver las lágrimas de San Lorenzo si se tiene suerte de que el día esté despejado y la luna acompañe.
Un abrazo
Un poco de astronomía -dices- ¡un mucho! y presentado con claridad.
ResponderEliminarGracias
Defintivamente: imposible engancharme a la lectura de Esquivias. Ello no me impide pasarme por los amigos y daros un fuerte abrazo a todos.
ResponderEliminarNo sabía todos estos detalles astronómicos, pensé que OE lo decía en sentido poético. ¡Gracias!
ResponderEliminarMuy interesante tu aportación astronómica, querido Firvulag. Sí que se ve que Esquivias ha investigado a fondo cada detalle. Besotes, M.
ResponderEliminarNos descubres lo minucioso que puede llegar a a ser un buen escritor, como Esquivias, asombra ver que ha consultado las fases de la luna en aquel agosto de 1936. También nos descubres lo que puede percibir un buen lector, como tú.
ResponderEliminarNo he podido cazar todavía a esas perseidas, aunque por esas fechas estoy en un pueblo y es más fácil. Seguiré tus instrucciones.
Un abrazo