miércoles, 12 de enero de 2011

¿Hablan volapük en el Purgatorio?

Glidis, amigos blogueros: 

El pasado 31 de diciembre comencé la lectura del libro "Inquietud en el Paraíso" de Óscar Esquivias, primero de una trilogía que nuestro profe Pedro Escudero nos propuso como nueva lectura colectiva en la comida quijotesca.

Todavía no he terminado la lectura del libro pero quiero empezar mi aportación descubriendo con un ejemplo de como Esquivias cuida hasta el más mínimo detalle.

Conocía de la existencia del esperanto como lengua artificial creada para favorecer la comunicación entre seres humanos de diferentes culturas y de hecho estuve a punto de aprenderla en mi juventud. Pues bien, ha sido al leer "Inquietud en el Paraíso" cuando he conocido otra lengua artificial creada unos años antes: el volapük. 

La verdad es que cuando leí como Agustín Garrús se presenta, según su tarjeta de visita, como catedrático emérito de volapük (pág. 34),  mi primer pensamiento fue "¡vaya!, ya empezamos con las invenciones, el autor se ha sacado una nueva lengua de la manga", pero tras aparecer un par de veces la palabra "Glidis" con el más que evidente significado de "Hola" o "Saludos" (págs. 64 y 116) me pudo la curiosidad y busqué información sobre el "Volapük". 

He aquí un resumen de lo que he encontrado al respecto: 

El volapük fue creado por el sacerdote alemán Johann Martin Schleyer en 1879 (en mayo de ese año publicó un esbozo del volapük en la revista católica Sionsharfe, de la que él era editor) y ya en su tercer congreso (París, 1889) el volapük fue la única lengua usada. En aquellos momentos, el idioma creado por Schleyer se encontraba en su punto más alto de popularidad, con un número estimado de 283 asociaciones, 25 publicaciones periódicas en o sobre el volapük y 316 libros de texto en 25 lenguas. Se creó la Academia Internacional del volapük (Kadäm bevünetik Volapüka) en 1887 para conservar y perfeccionar la lengua. 

En este congreso comenzó su declive debido a las diferencias irreconciliables entre el sector que abogaba por introducir reformas en el volapük, encabezado por el director y luego presidente de la Academia de Volapük, Auguste Kerckhoffs, y el sector más conservador que no deseaba cambios, cuyo referente era el propio Schleyer. Todo esto provocó escisiones en el movimiento y una importante pérdida de apoyo, ya que muchos seguidores dirigieron su interés hacia otras lenguas artificiales, especialmente el esperanto, surgido en 1887. 

En la década de 1920-30, el holandés Arie de Jong llevó a cabo una reforma del idioma que publicó en 1931. La nueva versión reformada del volapük fue aceptada por todos y es la empleada en la actualidad por las pocas decenas de hablantes del idioma, en su mayoría (si no en su totalidad) esperantistas interesados en la historia de las lenguas artificiales.

Curiosamente tienen su propia wikipedia: http://vo.wikipedia.org/wiki/Cifapad y su lema: Menefe bal, püki bal  significa: "una lengua para una humanidad".



8 comentarios:

  1. José Manuel: Magnifico trabajo por tu parte. Con labores de esta no sólo nos acercamos a la obra en cuestión, si no que ampliamos horizontes de conocimiento.
    ¡Gracias!

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  2. Buena aportación, desde luego. Es divertida la utilización de Esquivias de esta lengua.

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  3. Desde luego tu curiosidad me descubre esa simpática lengua...yo pensé que era otra ocurrencia de Esquivias...un abrazo

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  4. Yo también pensé que era una invención y que no existía realmente. Gracias por toda la información.

    Un abrazo

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  5. Glidis, José Manuel.

    Sé del volapük gracias a esta lectura. Sólo sabía del esperanto. A mí esto de tomarse la molestía de fabricar toda una gramática y todo un diccionariio, para construir una lengua para cuatro "chalaos"...La lengua ha de ser natural, como esa cascada de tu blog y como esos campos que recorres, haciendo senderismo.

    Un beso, José Manuel buen año.

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  6. también busqué algo sobre el volapük cuando apareció el nombrecito en la novela pero con tu resumen me ha quedado más clarificado.

    al menos ahora ya sabemos que existió.

    biquiños,

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  7. Buen trabajo de investigación, amigo José Manuel.
    Yo, como dice Abejita, pienso que para qué queremos más idiomas si no conocemos bien el que tenemos: cosa de cuatro locos.

    Estoy sorprendido de la cantidad de recursos que utiliza Esquivias, aunque debemos agradecerlo por lo que nos enriquece.

    Aparte quería decirte que si quieres recibir la revistilla "probe" El Espolónque ya le mando a muchos de los tertulianos de la acequia de Pedro (los de Burgos se copiaron de nuestro título, en serio...),que me dejes en mi blog o en mi correo tus domicilio postal. Mi email es:

    anto.aguilera1961@gmail.com

    Un abrazo

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  8. Si quieres echarle un vistazo, tiene blog propio.

    espoloneando.blogspot.com

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