En esta Sonata el marqués de Bradomín rememora un lance de su vida en que huyendo de angustias sentimentales se va a México donde conoce a la Niña Chole, una "belleza bronceada, exótica, con esa gracia extraña y ondulante de las razas nómadas, una figura hierática y serpentina" con la que tiene una aventura. Pero Valle no se queda solo en la historia amorosa de este Casanova español, nos ofrece una guía de viaje, un libro de "leer y andar", con descripciones etnográficas que solo puede aportar una persona que haya vivido en México.
Don Ramón nos dibuja un país lleno de remembranzas castizas con unos paisajes ardientes y coloreados donde podemos tocar el agobiante calor del sol yucateco que requema esta tierra, conoceremos a sus habitantes, su forma de vida, su estatus social, con un especial énfasis en las raíces españolas que sobreviven en tierras mejicanas. Todo esto en un lenguaje plagado de palabras que precisan ser buscadas en el diccionario para conocer su significado.
Una vez más acudo a un artículo de D. Manuel Bueno para entender mejor las Sonatas: "No busquéis en los libros de Valle-Inclán, ni tristeza, ni remordimientos. El autor es tan indulgente con sus personajes, que cada vez que pecan se le ve sonreír." Y continua hablando de ellas: "Es la historia sentimental, el relato de las aventuras de un hombre que no descansa hasta decirnos puntualmente cuantas veces ha triunfado de la esquivez femenina. Es el Bonaparte del amor, el estratega más astuto y más audaz que se dio a conquistar mujeres. Imposible leer una Sonata sin sentir la tentación de leerlas todas."
Este comentario pertenece al grupo de lectura colectiva que desde La Acequia coordina y dirige su autor, el profesor Pedro Ojeda Escudero.
Seguramente a tenor de vuestros comentarios.... La leeré ... Un abrazo
ResponderEliminarTienes razón: el viaje a México le impactó tanto a Valle que no pudo dejar de reflejar esos paisajes y lo que vio en esta obra. Quizá así se comprendan mejor algunas de las cosas que dice.
ResponderEliminarEl marqués de Bradomín es un sinvergüenza simpático. No me hace mucha gracia la parte costumbrista de la sonata, la leo buscando perlas del lenguaje...Pero reconozco que se puede aprovechar todo.
ResponderEliminarBesos navideños te desea la abejita María Angeles Merino
Bonaparte del amor es una gran definición. Tienes razón imposible odiarle y no seguir leyendo.
ResponderEliminarRememorando el tercer aniversario de nuestra comida quijotesca no he podido dejar de pensar qué será de ti. Espero que todo vaya bien. Un abrazo.
ResponderEliminarGracias por acordarte de mí.
EliminarEsa comida quijotesca fue el mejor colofón que se le podía ofrecer a una lectura compartida con gente maravillosa de la que guardo muy buenos recuerdos.
Un fuerte abrazo.
José Manuel.