"Hervé Joncour tenía treinta y dos años.
Compraba y vendía.
Gusanos de seda."
De esta forma el narrador nos presenta al protagonista y la historia da comienzo. ¿Y de que va? pues sobre el deseo que como tal es caprichoso, tenue, apasionado, fantasioso o tantos otros adjetivos como se nos ocurran.
Seda es una historia del deseo de un hombre que no duda en volver a hacer miles de kilómetros por conseguir ese instante mágico y al mismo tiempo es la historia de dos mujeres con un sorprendente final.
Pero también nos habla sobre la monotonía de la vida con el contrapunto de Baldabiou, un personaje que casi pasa desapercibido, el único que es capaz de bajarse del tío vivo en que se encuentran cuando el azar le ofrece la señal convenida mientras el resto permanece aferrado a sus caballitos.
De rápida lectura, lo leí en el trayecto Valencia-Madrid-Valencia en la "comodidad" de una multivan de Wolsvagen, consiguió hacerme olvidar las 8 horas pasadas en la "fregoneta".
Parece muy interesante, amigos.
ResponderEliminarFeliz Navidad...!
Un enorme abrazo.
Leí este libro hace ya muchos años, y ya lo tenía bastante olvidado. Sí que recuerdo que se leía fácil. Miraré a ver si lo encuentro por las estanterías, aunque no sé cuando podré hincarle el diente con la de libros que tengo pendientes.
ResponderEliminarBesos, y que paséis unas Felices Navidades.
Debe hacer así como unos 10 años que lo leí (¡como pasa el tiempo!)y la verdad que me había gustado mucho. No sé si sabes que hicieron la película, que lleva el mismo nombre, y no está mal, te lo digo porque igual te apetece verla ahora que tienes fresco el libro.
ResponderEliminarEste año leí un libro de Baricco que me dejó impactada por la profundidad que tiene la historia. También es muy cortito, creo que se lee en una hora o dos: "Sin sangre" A mí me pareció muy bueno.
biquiños y que disfrutéis de estos días.
Gracias por la referencia, la pongo en lista de espera tras la trilogía.
ResponderEliminarSana costumbre la de leer en los desplazamientos, y con la ventaja añadida de que el trayecto de nos hace más liviano, a veces casi ni nos enteramos.
ResponderEliminarYo lo practico siempre que puedo, cada vez menos pues no me gusta ir de copiloto en el coche.
Te cuento que leí "Crónica de una muerte anunciada" de un tirón, prácticamnete sin levantar la cabeza del libro, pero de una de las formas más crueles que se pueden hacer: sentado en la banqueta del cajón de un camión del ejército, con el trajín y vaivenes de aquellos viejos camiones. De locos, pero lo leí, y llegamos a la frontera con Portugal desde Cerro Muriano (Sierra de Córdoba) al mismo tiempo de leer yo las últimas páginas. Algo realmente, casi inhumano. Pero el alegrón que me dí por la sensación de no haber perdido el tiempo, durante casi un día, fue fenomenal.
Estoy en deuda contigo: 5 duros sevillanos, con sus correspondientes intereses legales, hasta que nos veamos en la próxima comida made in Ojeda. Sensacionales los enlaces que me has ofrecido. Esta noche leo la entrevista en el País al escultor poeta (ya no me acuerdo el nombre que dijiste jajaja)
Un fuerte abrazo y a tu chica
Excelente lectura.
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