miércoles, 6 de octubre de 2010

Una nueva burla de los duques.

No estoy convencido de que Don Quijote sea consciente de la burla de la que es objeto puesto que se cree que Sancho está en estado de gracia y le pide que se dé unos azotes a cuenta de los que prometió darse para desencantar a Dulcinea y con ello muestra que tampoco es consciente de la burla en la que establece dicha forma de desencanto. Don Quijote sigue creyendo que Dulcinea está encantada y la respuesta de Sancho habla de crueldad (siguiendo las definiciones de la RAE: argado --> dislate --> disparate --> atrocidad --> Crueldad grande) y no de burla.

En cuanto a la risa que le provoca la pinta que debe ofrecer Sancho vestido con "una ropa de bocací negro encima, toda pintada con llamas de fuego, y, quitándole la caperuza, le puso en la cabeza una coroza, al modo de las que sacan los penitenciados por el Santo Oficio" hay situaciones que mueven a risa aun cuando nos encontremos en una situación de temor, liberando momentáneamente nuestra mente de ese estado del que queremos salir lo antes posible.

Cuando Don Quijote dice: "Ten paciencia, hijo, y da gusto a estos señores, y muchas gracias al cielo por haber puesto tal virtud en tu persona, que con el martirio della desencantes los encantados y resucites los muertos.", ¿que debemos pensar? ¿que D.Q. no se entera de que es una burla o que forma parte de ella? me inclino por la primera opción.

Tampoco lo es Sancho, el cual respira aliviado cuando nota que ni queman las llamas pintadas ni se lo llevan en volandas los diablos dibujados en la coroza. El que se rebele en contra de que le agredan físicamente es totalmente lógico y si transige creo que es porque no es consciente de que se trata de una burla pues en caso contrario podría haber intentado salir airoso de la situación.

Pasada el momento de riesgo, Sancho, que es de los que no tiran nada y todo lo aprovechan aunque sea un vestido de condenado a morir en la hoguera, reclama el traje,seguro que se lo pondrá para los carnavales de su aldea.

Moralmente ambos son superiores a los duques y aunque conscientes de su privación de libertad de acción no lo son de la burla de que son objeto.

2 comentarios:

  1. Es complejo apostar por una u otra opción. Como sabes, yo soy partidario de que desde el mismo momento del encantamiento de las mozas a las afueras de El Toboso por Sancho, don Quijote es consciente pero no puede denunciar la situación so pena de estropear el juego y la aventura y quedar en evidencia delante de su escudero.
    La ambigüedad viene más por los narradores, que son partidarios -salvo matices- de la locura de don Quijote. Pero ya sabemos, desde el prólogo de la primera parte, que la figura del narrador no es fiable en absoluto.
    Interesante debate.

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  2. Quizás don Quijote prepara el terreno alabando las dotes de Sancho para que colabore en el desencanto.

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