domingo, 17 de octubre de 2010

Sancho, el matemático.

Quién podía pensar que Sancho fuera capaz de realizar una división de cabeza con un dividendo de 4 cifras, no solo se ha vuelto filósofo sino que sabe aritmética y de que manera. Hagamos una prueba: intenta dividir 3.300 entre 4 sin utilizar papel y lápiz (tampoco vale calculadora), cuesta ¿no?.

Sancho nos da dos claves esenciales para realizar mentalmente esta división: la primera consiste en transformar el dividendo como suma de millares + centenas o sea 3.300 = 3.000 + 300, la segunda es descomponer el divisor en sus múltiplos o sea, 4 = 2 * 2, con lo cual realiza 4 divisiones y una suma al final.

Primero divide 3.000 entre  2 = 1.500  y luego divide este resultado entre 2 y obtiene  750  reales. Luego repite estas dos divisiones con los 300 cuartillos y obtiene  75 reales.  Suma ambas cantidades y ya tiene el número de reales (825) que corresponden a 3.300 cuartillos, ingenioso ¿no?. Aun así para una persona sin ningún tipo de estudios el realizar esas divisiones simplificadas (obtiene siempre la mitad de una cantidad) o incluso la suma mentalmente, no debía ser nada fácil y cuesta creer que Sancho fuera capaz de tal proeza, ¿donde aprendió aritmética?.

A Cervantes se le nota que fue recaudador de impuestos y debía tener una mente ágil como nos demuestra por medio de Sancho. Por mi parte me cuesta creer que a principios del s. XVII un simple labriego que no sabe escribir fuera capaz de hacer ese cálculo mental. Nosotros, inmersos en el arranque del s. XXI debemos al invento de la calculador digital una perdida de agilidad mental y dentro de poco acabaremos adorando a las "pilas alcalinas de 1.5 V".

Tras leer lo anterior te invito a releer la contestación de Sancho a la invitación de Don Quijote cuando le dice: "pon el precio a cada azote. 

-Ellos -respondió Sancho- son tres mil y trecientos y tantos; de ellos me he dado hasta cinco: quedan los demás; entren entre los tantos estos cinco, y vengamos a los tres mil y trecientos, que a cuartillo cada uno, que no llevaré menos si todo el mundo me lo mandase, montan tres mil y trecientos cuartillos, que son los tres mil, mil y quinientos medios reales, que hacen setecientos y cincuenta reales; y los trecientos hacen ciento y cincuenta medios reales, que vienen a hacer setenta y cinco reales, que, juntándose a los setecientos y cincuenta, son por todos ochocientos y veinte y cinco reales. Éstos desfalcaré yo de los que tengo de vuestra merced, y entraré en mi casa rico y contento, aunque bien azotado; porque no se toman truchas..., y no digo más."

Acordado el precio del azote, Sancho que no es dado a mortificarse, en cuanto lleva media docena de auto-azotes recuerda que el encantador de Dulcinea es él y no otro, con lo cual al no haber encantamiento por en medio le parece que es burla lo de azotarse y como tal quiere cobrarla cara, duplicando el precio. Sancho se vuelve avaricioso y Don Quijote accede.

"Hasta seis o ocho se habría dado Sancho, cuando le pareció ser pesada la burla y muy barato el precio della, y, deteniéndose un poco, dijo a su amo que se llamaba a engaño, porque merecía cada azote de aquéllos ser pagado a medio real, no que a cuartillo.

-Prosigue, Sancho amigo, y no desmayes -le dijo don Quijote-, que yo doblo la parada del precio.

-Dese modo -dijo Sancho-, ¡a la mano de Dios, y lluevan azotes!"

Por último Sancho se vuelve tramposo y le toma el pelo a Don Quijote. Sabe que no existe tal encantamiento y por tanto no sirve de nada azotarse, con lo cual engaña a Don Quijote haciéndole creer lo que tiene necesidad de creer.  A buen seguro que de continuar azotándose no habría llegado a 20.

"Pero el socarrón dejó de dárselos en las espaldas, y daba en los árboles, con unos suspiros de cuando en cuando, que parecía que con cada uno dellos se le arrancaba el alma."

viernes, 15 de octubre de 2010

Altisidora, Altisidorilla.

Altisidora es un personaje creado por Cervantes que pone a prueba la fidelidad de Don Quijote a Dulcinea, saliendo tan airoso de las tentaciones de la doncella que esta acaba por perder los estribos al verse menospreciada y le desvela la realidad de la burla. Pero, ¿cual es el antecedente de este personaje? ¿cual pudo ser la inspiración de Don Miguel para su creación?.

He encontrado algunas pistas en un artículo titulado:"Aproximación al personaje de Altisidora: enigma cervantino" de Gloria Doblado, catedrática asociada del Departamento de Estudios Humanísticos en la Universidad Interamericana de Puerto Rico.

La profesora Doblado por un lado aprecia paralelismos de la duquesa con Dido, la reina de Cartago, que aparece en la Eneida de Virgilio y por otro muestra las posibles coincidencias de Placerdemivida, doncella de la princesa Carmesina, amada de Tirant lo Blanc, con Altisidora, aunque en esta parodia Altisidora quedaría como una burda copia de Placerdemivida puesto que como escribe la autora del artículo: "No encontramos en Altisidora ni la elegancia ni la fina inteligencia de la sensual doncella que hace las delicias del lector de Tirante el Blanco. Lejos de ello, a medida que la naturaleza de Altisidora se nos va revelando se hacen más evidente su banalidad y simpleza.".

En realidad como no he leído el Tirant Lo Blanc de Joanot Martorell (este año se conmemora en la Comunitat Valenciana el 600 aniversario de su nacimiento) no puedo opinar sobre la primera frase pero la segunda es bastante evidente tras leer los capítulos donde aparece Altisidora, una joven espabilada que representa el papel de enamorada para deleite de sus señores los duques.

miércoles, 6 de octubre de 2010

Una nueva burla de los duques.

No estoy convencido de que Don Quijote sea consciente de la burla de la que es objeto puesto que se cree que Sancho está en estado de gracia y le pide que se dé unos azotes a cuenta de los que prometió darse para desencantar a Dulcinea y con ello muestra que tampoco es consciente de la burla en la que establece dicha forma de desencanto. Don Quijote sigue creyendo que Dulcinea está encantada y la respuesta de Sancho habla de crueldad (siguiendo las definiciones de la RAE: argado --> dislate --> disparate --> atrocidad --> Crueldad grande) y no de burla.

En cuanto a la risa que le provoca la pinta que debe ofrecer Sancho vestido con "una ropa de bocací negro encima, toda pintada con llamas de fuego, y, quitándole la caperuza, le puso en la cabeza una coroza, al modo de las que sacan los penitenciados por el Santo Oficio" hay situaciones que mueven a risa aun cuando nos encontremos en una situación de temor, liberando momentáneamente nuestra mente de ese estado del que queremos salir lo antes posible.

Cuando Don Quijote dice: "Ten paciencia, hijo, y da gusto a estos señores, y muchas gracias al cielo por haber puesto tal virtud en tu persona, que con el martirio della desencantes los encantados y resucites los muertos.", ¿que debemos pensar? ¿que D.Q. no se entera de que es una burla o que forma parte de ella? me inclino por la primera opción.

Tampoco lo es Sancho, el cual respira aliviado cuando nota que ni queman las llamas pintadas ni se lo llevan en volandas los diablos dibujados en la coroza. El que se rebele en contra de que le agredan físicamente es totalmente lógico y si transige creo que es porque no es consciente de que se trata de una burla pues en caso contrario podría haber intentado salir airoso de la situación.

Pasada el momento de riesgo, Sancho, que es de los que no tiran nada y todo lo aprovechan aunque sea un vestido de condenado a morir en la hoguera, reclama el traje,seguro que se lo pondrá para los carnavales de su aldea.

Moralmente ambos son superiores a los duques y aunque conscientes de su privación de libertad de acción no lo son de la burla de que son objeto.