Günter Grass escribió una obra muy densa, de difícil lectura y complicado entendimiento. El protagonista, Oscar Matzerath, un ser amoral, se encuentra recluido en un psiquiátrico y desde su habitación nos relata su vida hasta el momento presente.
Oscar, el día de su tercer cumpleaños toma la decisión de dejar de crecer a la par que recibe su primer tambor, un tambor de hojalata que le sirve para contar sus historias y será su inseparable compañero.
El libro está lleno de reflexiones acerca de muchos temas pues abarca desde la preguerra, la 2ª guerra mundial , ambas vívidas en la ciudad de Danzig, y la posguerra en Düsseldorf.
Me ha llamado mucho la atención el hecho de que en la narración se salta de primera a tercera persona; a veces el narrador habla en primera persona y otras se refiere a sí mismo en tercera persona.
Hay mucha crítica en las páginas de este libro al que dudo le haya sacado ni la mitad del partido posible, de hecho estuve tentado de dejarlo tras leer unas 80 páginas pero perseveré y lo he concluido, no sin esfuerzo.
Imprescindible.
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