martes, 23 de marzo de 2010

El Quijote

El pasado verano encontré un blog muy interesante, el Diario de Cornelivs: “Diario de un librepensador, enamorado de la antigua Roma y preocupado espectador de esta época.”.

Es uno de los pocos blogs que sigo con una cierta regularidad pues no hay entrada en el mismo que no tenga interés. Y entre esas entradas encontré la lectura colectiva del Quijote, las leía salteadas pero no encontraba un momento para leer esta magna obra de la literatura española, siempre liado con algún que otro libro he ido aparcando su lectura hasta que salté al enlace de La Acequia, un blog cultural con las anotaciones de Pedro Ojeda Escudero, su autor.

Este profesor universitario burgalés hace casi 2 años se embarcó en una empresa harto difícil: explicar “El Quijote” capítulo a capítulo con la propuesta de una lectura semanal de un capítulo para que todo aquel que estuviese interesado pudiera leer el correspondiente capítulo, leer su comentario y releer el capítulo bajo otro prisma, con más elementos de juicio.

En el blog encontré también una importante respuesta por parte de los lectores que colaboran escribiendo sus propios comentarios en “La Acequia”, Pedro contesta sus dudas, ofrece enlaces a otros blogs que se suman a la propuesta de lectura colectiva y que escriben sus propias entradas tomando como base un hecho del capítulo leído.

El pasado uno de marzo me decidí a empezar la lectura de “El Quijote” proponiéndome la lectura de un capítulo diario (5 x semana) que incluye la lectura de los comentarios de Pedro, las aportaciones de los lectores y finalizando con una relectura rápida del capítulo. Si consigo mantener este ritmo, difícil por la gran cantidad de aportaciones a “La Acequia”, me podré enganchar a la lectura colectiva antes de que termine.
Acabo de leer el capítulo 16, y confieso que estoy enganchado a su lectura como no esperaba estarlo y eso que lo estoy combinando con la lectura de otro libro: “El tambor de hojalata” de Günter Grass.

Si te pica la curiosidad entra en el siguiente enlace de Raúl Urbina: Guía de “Para una lectura del Quijote” I  y empieza a leer desde el principio.

miércoles, 20 de enero de 2010

Gervasio Sánchez, un fotoperiodista.

Gervasio Sánchez, de profesión fotógrafo, fue galardonado con el Premio Nacional de Fotografía 2009 el pasado noviembre, un premio más que se suma a una larga lista. Su trabajo, su trayectoria, su compromiso con la fotografía como herramienta de denuncia de la violencia le llevaron a pronunciar un discurso cuando le concedieron el Premio Ortega y Gasset del diario EL PAÍS (2008) que "comprensiblemente" (lo entederás cuando lo leas) fue condenado al ostracismo.

No cabe duda de que su discurso no gustó a más de un aistente al acto de entrega pero de ahí a censurar su publicación hay un buen trecho. Quizás no lo consideraron relevante o querían "protegerlo" ante una demanda por difamación, por mentir.

O simplemente no quieren que la gente sea consciente de los hechos que se denuncian en dicho discurso, porque si lo dicho es verdad, ¿como explicarían nuestros responsables políticos, de cualquier signo, que con una mano se vendan armas mientras con la otra se dediquen a enviar ayudas para paliar los efectos de las guerras?.

Lee su discurso, que reproduzco a continuación, y saca tus propias conclusiones.

Estimados miembros del jurado, señoras y señores:

para mí un gran honor recibir el Premio Ortega y Gasset de Fotografía convocado por El País, diario donde publiqué mis fotos iniciáticas de América Latina en la década de los ochenta y mis mejores trabajos realizados en diferentes conflictos del mundo durante la década de los noventa, muy especialmente las fotografías que tomé durante el cerco de Sarajevo.

Quiero dar las gracias a los responsables de Heraldo de Aragón, del Magazine de La Vanguardia y la Cadena Ser por respetar siempre mi trabajo como periodista y permitir que los protagonistas de mis historias, tantas veces seres humanos extraviados en los desaguaderos de la historia, tengan un espacio donde llorar y gritar.

No quiero olvidar a las organizaciones humanitarias Intermon Oxfam, Manos Unidas y Médicos Sin Fronteras, la compañía DKV SEGUROS y a mi editor Leopoldo Blume por apoyarme sin fisuras en los últimos doce años y permitir que el proyecto Vidas Minadas al que pertenece la fotografía premiada tenga vida propia y un largo recorrido que puede durar décadas.

Señoras y señores, aunque sólo tengo un hijo natural, Diego Sánchez, puedo decir que como Martín Luther King, el gran soñador afroamericano asesinado hace 40 años, también tengo otros cuatro hijos víctimas de las minas antipersonas: la mozambiqueña Sofia Elface Fumo, a la que ustedes han conocido junto a su hija Alia en la imagen premiada, que concentra todo el dolor de las víctimas, pero también la belleza de la vida y, sobre todo, la incansable lucha por la supervivencia y la dignidad de las víctimas, el camboyano Sokheurm Man, el bosnio Adis Smajic y la pequeña colombiana Mónica Paola Ojeda, que se quedó ciega tras ser víctima de una explosión a los ocho años.

Sí, son mis cuatro hijos adoptivos a los que he visto al borde de la muerte, he visto llorar, gritar de dolor, crecer, enamorarse, tener hijos, llegar a la universidad.

Les aseguro que no hay nada más bello en el mundo que ver a una víctima de la guerra perseguir la felicidad.

Es verdad que la guerra funde nuestras mentes y nos roba los sueños, como se dice en la película Cuentos de la luna pálida de Kenji Mizoguchi.

Es verdad que las armas que circulan por los campos de batalla suelen fabricarse en países desarrollados como el nuestro, que fue un gran exportador de minas en el pasado y que hoy dedica muy poco esfuerzo a la ayuda a las víctimas de la minas y al desminado.

Es verdad que todos los gobiernos españoles desde el inicio de la transición encabezados por los presidentes Adolfo Suarez, Leopoldo Calvo Sotelo, Felipe González, José María Aznar y José Luis Rodríguez Zapatero permitieron y permiten las ventas de armas españolas a países con conflictos internos o guerras abiertas.

Es verdad que en la anterior legislatura se ha duplicado la venta de armas españolas al mismo tiempo que el presidente incidía en su mensaje contra la guerra y que hoy fabriquemos cuatro tipos distintos de bombas de racimo cuyo comportamiento en el terreno es similar al de las minas antipersonas.

Es verdad que me siento escandalizado cada vez que me topo con armas españolas en los olvidados campos de batalla del tercer mundo y que me avergüenzo de mis representantes políticos.

Pero como Martin Luther King me quiero negar a creer que el banco de la justicia está en quiebra, y como él, yo también tengo un sueño: que, por fin, un presidente de un gobierno español tenga las agallas suficientes para poner fin al silencioso mercadeo de armas que convierte a nuestro país, nos guste o no, en un exportador de la muerte.

Muchas gracias.

En este ENLACE tienes más información sobre Gervasio Sánchez.

martes, 12 de enero de 2010

El cerebro humano

Si dispones de 20 minutos y quieres utilizarlos en conocer un poco sobre el funcionamiento del cerebro (diferencias entre el hemisferio derecho e izquierdo) no te pierdas este video. Es la conferencia de la Dra. Jill Bolte Taylor, neuroanatomista que sufrió un derrame cerebral y nos cuenta su experiencia de forma didáctica y amena.

miércoles, 14 de octubre de 2009

La tregua

Mario Benedetti con un formato de diario personal nos adentra en la vida de un viudo de 49 años con 3 hijos, cuya existencia transcurre de forma monótona pensando ya en su próxima jubilación. La aparición de una joven en su empresa le provoca un rejuvenecimiento, un salirse de la rutina, como si de repente pasara de vivir en blanco y negro a ver la vida en color. Desafortunadamente la joven, Laura Avellaneda, muere y el protagonista, Martín Santomé, vuelve a la monotonía de su anterior rutina.

Un excelente retrato psicológico de una persona conformista que pasa a tener esperanzas durante un corto lapso de tiempo. Esto es lo que viviremos de la mano de Mario Benedetti al leer esta corta novela.

martes, 13 de octubre de 2009

Cabo Trafalgar

Arturo Pérez-Reverte nos relata la batalla de Trafalgar desde la óptica tanto de la oficialidad como de los marineros, carne de cañon reclutada a la fuerza. Lo hace metiendo un inexistente buque en la armada franco española. Si somos capaces de no vernos afectados por los términos marineros disfrutaremos de una buena novela que con un lenguaje actualizado a nuestros días se encarga de exponer la desastrosa política española, totalmente subordinada a los intereses de Napoleón, y la corrupción y desidia que provocaron el hundimiento en el dique seco de la armada española a la par que seremos partícipes de una desastrosa confrontación perdida antes de su inicio.

Pérez Reverte demuestra su buen oficio al meternos de lleno en la batalla, viviremos los prolegómenos del combate y una vez metidos en la refriega esperaremos con el corazón en un puño la siguiente andanada de los cañones de la Pérfida Albión sobre nuestro navío, el Antilla. De los tres personajes en que se centra la narración me quedo con el marinero Nicolás Marrajo Sánchez, reclutado a la fuerza como tripulante del Antilla.

miércoles, 7 de octubre de 2009

No hay dos sin tres. Tercer pasatiempo.

Tienes a tu disposición 3 paquetes que contienen 10 monedas cada uno, con un peso de 10 gr./moneda y un paquete que también contiene 10 monedas pero con un peso de 9 gr./moneda. Dispones de una balanza para pesar monedas. Averigua en una sola pesada que paquete tiene las monedas de 9 gr.

¿Ya lo tienes? si es así te propongo una pequeña modificación del problema:

¿Y si no sabemos cuantos de los 4 paquetes contienen monedas de 9 gr? ¿Puedes identificar cuales son con una sola pesada?.

Otro pasatiempo matemático.

A veces es más importante la información oral que la visual. Veamos un ejemplo:

Tenemos tres personas y una bolsa con cinco sombreros tres blancos y dos rojos.
La persona A, coge un sombrero de la bolsa, se lo pone sin verlo y se coloca de cara a la pared de la habitación así que no puede ver a nadie.
La persona B, coge otro sombrero de la bolsa, se lo pone sin verlo y se coloca justo detrás de A. Por supuesto ve que sombrero lleva puesto A.
La persona C, coge otro sombrero de la bolsa, se lo pone sin verlo y se coloca justo detrás de B. Esta persona ve que sombreros llevan puestos A y B.

Se les pregunta el color del sombrero que llevan puesto y esto es lo que responden:
Empieza a hablar C, el que tiene más información visual y dice: "no lo sé".
El siguiente en responder es B y también responde: "no lo sé".
Sin embargo al ser preguntado A este no duda en afirmar: "sé de que color es mi sombrero".
¿De que color lleva A el sombrero?